El Aceite Limpiador Mixsoon Bean es un aceite de limpieza diario recomendado para todo tipo de piel, especialmente para pieles grasas. Proporciona una limpieza profunda, eliminando eficazmente maquillaje, impurezas y exceso de sebo, sin causar irritación ni resecar la piel.
Este aceite limpiador se destaca por su fórmula ligera y efectiva, compuesta por ingredientes fermentados que nutren y revitalizan la piel.
El extracto fermentado de soja es rico en aminoácidos y vitaminas, ayudando a disolver maquillaje e impurezas, dejando la piel fresca y revitalizada.
El filtrado fermentado de cebada proporciona nutrientes esenciales que mejoran la elasticidad y firmeza de la piel, promoviendo una apariencia saludable.
El extracto fermentado de granada posee propiedades antioxidantes que protegen la piel de los daños causados por los radicales libres, contribuyendo a una tez más luminosa y uniforme.
El filtrado fermentado de zumo de pera ofrece hidratación adicional, manteniendo la piel suave e hidratada después de la limpieza.
Además, el aceite contiene aceite de jojoba y aceite de girasol, conocidos por sus propiedades emolientes que ayudan a mantener la barrera de hidratación de la piel, previniendo la pérdida de humedad. La fórmula es libre de alcohol, minimizando el riesgo de irritación y haciéndolo adecuado para uso diario, incluso en pieles sensibles.
Con el uso regular del Aceite Limpiador Mixsoon Bean, se espera una piel profundamente limpia, libre de impurezas y maquillaje, pero sin sensación de resecamiento. La piel queda nutrida, hidratada y con una apariencia más saludable y luminosa. Además, la presencia de ingredientes fermentados contribuye a mejorar la textura de la piel y a reducir la apariencia de los poros.
Con las manos secas, aplica 2-3 dosis del Aceite Limpiador Mixsoon Bean en el rostro seco. Masajea suavemente en movimientos circulares para disolver el maquillaje e impurezas. Humedece ligeramente las manos y continúa masajeando; el aceite emulsionará, transformándose en una textura lechosa. Enjuaga abundantemente con agua tibia. Para una limpieza más profunda, se recomienda seguir con un segundo paso de limpieza, como una espuma o gel limpiador adecuado para tu tipo de piel.
